Queremos compartir con vosotros, la historia de ''Casa Cacao'' y para ello es fundamental conocer las vivencias de su principal creador, Jordi Roca: el mejor ‘’postrero’’ del mundo.
Jordi, el hermano menor de los tres hermanos Roca, es encargado del mundo dulce en El Celler de Can Roca, (tres estrellas Michelin), un restaurante de estilo libre, de cocina en libertad, comprometida con la vanguardia creativa, sin renunciar a la memoria de las generaciones de antepasados de la familia dedicadas a la gastronomía.
“Soy postrero” Así se define Jordi, “ser postrero, tiene un sentido vital y define la manera de interpretar mi profesión, no en vano elaboro postres y no pasteles’’.
Su formación empezó acompañada de la mano de Damián Allsop, un talentoso pastelero galés que ocupó a finales de los 90 la partida de postres en El Celler de Can Roca. Con él entendió la importancia de la cocina dulce, su especificación y singularidad. Según Jordi, le ayudó a abrir su curiosidad, primero como ayudante, posteriormente como sucesor.
Así empezó su posibilidad de crear y volar. Se considera adicto al divertimento dulce desde hace más de 15 años, con una necesidad absoluta de plasmar su vida en dulce.
El Celler de Can Roca ganó el primer puesto como el mejor restaurante del mundo y Jordi Roca fue anunciado en la ceremonia de los World's 50 Best Restaurants como el Mejor Jefe de Postres del Mundo.
En 2018, se anuncia el inicio de las obras de ‘’Casa Cacao’’ la nueva aventura en la cual se adentró Jordi Roca junto con el maestro chocolatero Damian Allsop. El obrador de chocolate cuenta con una tienda, una chocolatería y un hotel boutique con 15 habitaciones.
Partiendo de la idea de que todas las decisiones que se toman condicionan el resultado del cacao que nos llega, Jordi cogió su mochila y emprendió el viaje hacia el Amazonas.
Para este maestro chocolatero, La Selva Amazónica es la anarquía del cacao. En ella, la búsqueda de variedades es aventura; la casualidad, brújula; y la suerte, destino.
Después de visitar los cacaotales y haber visto las posibilidades que brinda la forma de fermentar el cacao y lo que implica su cultivo, Casa Cacao cobra más sentido que nunca. Lo que generan con sus chocolates va a parar de manera directa a las comunidades, y a la vez les da una vida nueva en el terreno de los sabores que exploran al máximo.
Su forma de crear se basa en el chocolate Bean to bar (de la haba a la tableta) donde se sigue un meticuloso proceso desde la obtención del haba hasta la creación de un delicioso chocolate crujiente. Además, en Casa Cacao, reutilizan la cascarilla de las habas de cacao, para fabricar un papel con el que envuelven a mano cada tableta y cada caja de bombones.
